XIX

Las analogías entre los sistemas mecánicos y las funciones orgánicas, la materia inanimada y la materia viva, son más que obvias. Un ser vivo dotado de intelecto garantiza, atestigua esta unión. Para examinar el fondo de ojo es necesario dilatar la pupilas; la abertura producida por la administración de gotas permite escrutar el interior, ventana abierta a las profundidades de la visión. El resultado de la técnica, al pisar la calle, equivale a una sobreexposición prolongada, en términos fotográficos, y a visiones cercanas a la alucinación visual, a causa de la masiva entrada de la luz solar directa, unida a la mínima profundidad de campo y la dificultad para enfocar los objetos. Se recomienda no conducir hasta pasado un mínimo de cuatro horas. Del mismo modo, la mejor manera de comprobar el estado de una cámara analógica es abrir al máximo el diafragma, pulsar el disparador en posición Bub, para que se retire el espejo y las lentes queden al descubierto, levantar la tapa trasera, y mirar el objetivo para detectar posibles defectos, anomalías, rozaduras o la presencia de hongos. Mirada introspectiva, especulativa, a la máquina óptica de vidrio y metal. Una prueba habitual suplementaria es disparar varias veces como si se tratara de largas exposiciones. La lentitud siempre exige más exactitud, mayor precisión, que la rapidez.